Coaching Personal
El coaching está basado en
procesos de relaciones humanas. Permite trabajar con las personas
independientemente de sus credos, religiones y filosofías personales. Se apoya
en dos factores motivadores del ser humano: la autosuperación y la
autorealización.
El coaching personal es el
arte de facilitar el desarrollo potencial de las personas para alcanzar
objetivos coherentes y cambios en profundidad. En este proceso, el coach ayuda
a las personas a esclarecer sus metas, ya sean personales, laborales, de
relaciones afectivas, etc., y a ponerse en camino para alcanzarlas.
"Un coach personal es tu
socio en el logro de objetivos personales. Tu entrenador en herramientas
comunicacionales y de vida, que te acompaña en la generación de cambios. Sostén
incondicional de éxitos y errores. Guía en desarrollo personal. Co-diseñador en
la creación de nuevos proyectos. Aliento en tiempos tormentosos. Es quien te
despierta cuando estás dispuesto a escuchar tu propia alarma."
El coaching no es
psicoterapia. El ámbito del coaching es el desarrollo personal y la
comunicación.
¿Cómo se hace?
La relación coach-coachee se
establece en un marco íntegro de confianza en el otro. El coach pone su
atención en el desarrollo de habilidades que mejoren las distintas áreas de la
persona, sea en su vida sentimental, relacional, su estado físico o la
obtención de metas personales. En ciertos momentos, ayuda a que el coachee sea
consciente de sus insuficiencias para luego estar en mejor posición frente a la
consecución de sus objetivos. El coach ayuda la persona a sacar lo mejor de sí
misma y a buscar el camino que la lleva desde donde está ahora hasta donde
quiere estar.
¿Un coach motiva a la persona?
Es la propia persona la que ya
tiene que estar motivada para desarrollarse y la que tiene que creer que puede
llegar a ser más feliz. El coach la motiva y anima en sus momentos difíciles.
Lo que hace es canalizar esa motivación para que se convierta en un trabajo
productivo. Primero se establecen las metas que se quieren conseguir, se
analiza la realidad actual y se empieza a trabajar en el plan de acción para
alcanzarlas.
¿Y qué pasa si la persona no
consigue alcanzar sus metas?
El coaching es un proceso que
requiere tiempo. Conviene analizar todas las opciones que surgen en cada sesión
y la conveniencia o no de llevarlas a cabo, las opciones alternativas y el
grado de satisfacción de la propia persona al tomar la decisión de cambiar una
actitud o poner en marcha un nuevo proyecto. Ese es el modo en el que
conjuntamente se siente que la persona se está desarrollando como desea o no.
Si en el proceso la persona cree que su meta inicial ya no le satisface, es
ella quien la cambiará o adaptará a la nueva situación.
¿A quién se dirige?
A todas las personas que
quieren mejorar su calidad de vida, su liderazgo personal y sus relaciones
interpersonales.
A las personas que quieren
realizar un cambio personal o profesional.
A las personas, jóvenes y
adultas, que quieren iniciar una carrera y/o priorizar una elección vocacional.
A las personas aquejadas de
dificultades en la salud por padecimientos crónicos.
A las personas que han sufrido
pérdidas: divorcios, muertes.
A las personas que atraviesan
una crisis de identidad ligada a procesos de cambio: envejecimiento,
menopausia, conflictos de pareja, conflictos familiares, relación conflictiva
con hijos o padres, etc.
A las personas que
quieren mejorar su propia motivación.
A las personas que quieren
desarrollar su potencial creativo e intuitivo.
A las personas que quieren
desarrollar la alegría sin objeto, como estado de conciencia del propio sujeto.
¿Cuánto tiempo dura?
El proceso suele durar de ocho
a treinta y dos sesiones de 55 minutos, aunque no hay nada establecido al
respecto. El período entre sesiones es fijado de mutuo acuerdo, siendo seis
meses un período medio para completar el proceso. El tiempo entre sesiones
puede ser entre 7 y 15 días.
Revisado el 25 de marzo 2015
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